TRES, CINE DESINCRONIZADO
Tras su paso por el festival de Sitges y con un amplio abanico de buenas críticas que carga como un peso a soportar, Juanjo Giménez estrena Tres como una propuesta original que falla en la evolución de la narración.
La película cuenta la historia de una sonidista, entregada completamente a su trabajo, que un día empieza a escuchar los sonidos cotidianos desincronizados (pesadilla de cualquier sonidista).
Tres comienza con una escena atrapante por su belleza y por su muestra de cariño al arte de crear sonidos para las películas, que nos muestra como ella (Marta Nieto), poco a poco se da cuenta que algo raro le está pasando. Al día siguiente ve a una compañera arreglar el último trabajo que había realizado, ya que estaba desincronizado. Aunque sea un inicio impecable, la película no empieza ahí y da vueltas sobre sí misma sin arrancar del todo hasta pasado un rato.
Más tarde, una vez la trama ha iniciado, la propuesta coge equilibrio con su guion y comienza a ser más interesante y asfixiante. Además, la historia nos muestra cómo las relaciones personales de la protagonista se ven truncadas, excepto con el personaje de Miki Esparbé, con el que teje una historia dramática y sentimental que es muy cautivadora. Sin embargo, la historia se ve parada e incompleta por un elemento fantástico que da sentido a los hechos de su premisa.
Otro de los puntos fuertes de la película es su protagonista Marta Nieto que es capaz de elevarla y sostenerla con sus actuaciones. Además de un Miki Esparbé que está un poco desaprovechado, pero cuando aparece hace una gran pareja actoral con la actriz. Ambos consiguen meterte en la historia y que esta mantenga tu interés.
Por otra parte, hay que destacar la buena y acertada dirección de Juanjo Giménez, que da más ritmo a las escenas y consigue que un reloj y Marta Nieto te angustien durante unos minutos.
Sin embargo, sobre todo, el gran riesgo que toma la película con el sonido funciona de manera efectiva y se compenetra con las actuaciones y la dirección haciendo de cada escena un momento de inmensa creatividad. Pero, como dije antes, hay un buen tramo vacío de contenido hasta llegar a esos buenos momentos.
Por otro lado, la fotografía no destaca como uno de los mejores apartados de la película, más bien, es sencilla y “sale del paso”. Además, su banda sonora tampoco es otro apartado que destaque en el conjunto de la cinta.
El resultado final de todo es una película con sus altibajos y que no es perfecta, pero una vez comienza, se deja ver. Aunque, para llegar a ello hay que esperar hasta que la película aclare sus ideas y decida adentrarse en su idea original, puede que darle una oportunidad merezca la pena.
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