THE PREDATOR – CRÍTICA SIN SPOILERS
Desde lo más recóndito del espacio hasta las calles de los suburbios de pequeñas ciudades, llega la explosiva reinvención de la saga Predator de la mano de Shane Black. Ahora, los cazadores más letales del universo son más fuertes, inteligentes y letales que nunca. Además, ha logrado mejorarse genéticamente con ADN de otras especies. Cuando un niño provoca por accidente su regreso a La Tierra, sólo un grupo de exsoldados y un profesor de ciencias podrán evitar el fin de la raza humana”. Y ahora pasemos con la crítica SIN SPOILERS de The Predator.
VUELVE LA TEMPORADA DE CAZA
El cineasta Shane Black vuelve al ruedo como director y guionista con una nueva película de la franquicia en la que inició su carrera profesional en Hollywood. Sin duda alguna estamos ante uno de los estrenos más esperados del verano que representa un homenaje a la cinta original de John McTiernan, la cual dejó una huella indeleble en el imaginario colectivo a lo largo de más tres décadas. Se trata de la cuarta entrega de la saga (sin contar el díptico de Alien VS. Predator) y está ambientada en la actualidad.
El largometraje que nos ocupa arranca de una manera trepidante, dejando claro al espectador que va a disfrutar de una aventura cargada de acción a raudales. Después llega la presentación de los personajes y se va explicando poco a poco la razón que motiva un comienzo tan misterioso y turbulento.
El guion aprovecha para introducir explicaciones científicas y referencias directas a todos los títulos anteriores de la saga (especialmente a la primera parte) además de dos elementos recurrentes en la filmografía del director: un vecindario residencial como escenario y un chaval que juega un papel relevante en la trama.
Precisamente uno de los puntos fuertes de The Predators radica en sus personajes. Los «héroes» son un grupo de inadaptados que se ven en la obligación de trabajar en equipo para combatir a un enemigo común. Aunque en ese sentido repita (hasta cierto punto) el esquema visto en la primera y tercera entrega, lo cierto es que aquí se nos presenta una especie de «escuadrón suicida» (dada la locura extrema de los miembos que lo componen), cuyas interacciones son realmente hilarantes gracias a la química entre los diferentes actores.
Esta asociación variopinta se completa con las incorporaciones de Casey Bracket (interpretada magistralmente por Olivia Munn), una maestra de ciencias descontenta que se une a la misión de la tripulación; y la del joven Rory (a quien da vida Jacob Tremblay de manera extraordinaria) que es un personaje clave en la historia.
En el apartado técnico hay que destacar los efectos artesanales empleados en la recreación del depredador. Por lo que las acciones, los gestos y sus movimientos aportan cierto «realismo» a la criatura. El problema viene con el depredador supremo (quien ya apareció en el segundo tráiler), un híbrido combinado de las especies más peligrosas del universo. Este monstruoso ser está generado por ordenador y su CGi es más cantoso que las zapatillas de una anuncio de Devorolor.
A lo que hay que añadir que también se nota el croma en algunas escenas que, junto a la involución digital mencionada en el párrafo anterior, le hacen perder enteros al filme en su conjunto. Dijeron que se volvió a filmar todo el tercer acto de noche «para que diese más miedo». Pero visto el resultado final, lo más seguro es que lo hicieron para que se notase menos sus chapuceros efectos especiales. Por lo demás, la armadura, el atrezzo y las armas de los depredadores están cuidados al detalle.
El primer y segundo acto de The Predator avanzan a toda máquina pero es en el tercero en el que la cosa empieza a torcerse un poco, debido a sus incongruencias y a que los giros argumentales resultan bastante predecibles. No obstante, se las ingenian para seguir homenajeando a la película original y mostrar un final entretenido.
Estamos ante una gamberrada dedicada a los fans, la cual está colmada de secuencias de acción gore y guiños a tutiplén (además de incluir el leitmotiv clásico en la banda sonora) que la hacen una secuela entretenida y divertida; siempre y cuando se vea como un tributo a la primera película y a la saga de los Yautjas en general.
TRÁILER DE THE PREDATOR
A FAVOR:
- Los guiños a la primera película.
- Los gags de humor que reducen la tensión.
- La calificación R que encaja como un guante en las escenas violentas.
- La caracterización de uno de los depredadores.
- Las interpretaciones de Olivia Munn y Jacob Tremblay.
EN CONTRA:
- El guion es predecible y además contiene incongruencias.
- La mala digitalización de un Predator que lo convierte en un muñeco infográfico.
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