READY PLAYER ONE
No es usual ver a los gurús gafapasta expertos en literatura (trajeados, con un periódico de corte conservador bajo el regazo, caminando cerca de la Iglesia de los Jerónimos) hablando bien de los videojuegos. En realidad, no es usual verlos hablar de videojuegos, así, en general. A pesar de que la mayoría de la población ya asume estos como una realidad asimilida, como una forma de arte y entretenimiento más que respetable, todavía existen los llamados “pollavieja” –título acuñado por la comunidad tuitera, ¡a mí no me miren!- que claman que no son más que una vulgar distracción. Me van a permitir que obvie los nombres de estos personajes. Pero, para que se hagan una idea, son los mismos que, cuando existe algún tiroteo con víctimas mortales en los EEUU, se dedican a hacer hincapié en el hecho de que el personaje jugaba al Grand Theft Auto. Tal vez Ready Player One, la opera prima de Ernest Cline, no sea su libro.
Pobres. Diles que alguien hace un libro basado en la cultura del videojuego. Es posible que te digan que ya tienes una edad para leer cosas más serias. Pobres. Otra vez.
VIDEOJUEGOS POR UN TUBO… READY?
Patrick Rothfuss, el célebre autor de El nombre del viento, (uno de los libros más elogiados de la fantasía contemporánea) dijo que pocas veces se había divertido tanto con una lectura. Fue leer eso y adquirirlo: para mí fue suficiente. Ready Player One es una historia distópica de ciencia ficción, publicada en 2012 (ganadora del Premio Prometheus) que versa sobre un futuro plagado de guerras, crisis energéticas y conflictos geográficos a lo largo del globo. La mayoría de la población tiene problemas para encontrar vivienda digna, y el entretenimiento virtual se ha convertido en una de las pocas ventanas de escape para la ominosa realidad. OASIS es una enorme simulación virtual en la que una buena parte de la población pasa los días enteros. Se trata de un videojuego global en el que se puede hacer prácticamente de todo.
El creador de OASIS es James Halliday, un viejo fanático de la cultura friki, los años ochenta, y, por supuesto, de los videojuegos retro. Muere con un patrimonio monetario incalculable. En un vídeo-testamento, afirma que quien descubra el huevo de pascua (Easter Egg) de OASIS recibirá su herencia. ¿El problema? Nadie sabe en qué consiste ni como se demuestra ese huevo de pascua, y al ser un juego tan inmenso, una sola persona podría tardar milenios en estudiar todas las posibilidades.
El protagonista de Ready Player One es un friki de tres al cuarto llamado Wade Owens, quien vive en una caravana de mala muerte, bajo unas condiciones económicas pésimas. Su tosca vida se articula en buscar el Huevo de pascua de OASIS, puesto que centrarse en la verdadera realidad se hace demasiado duro, y la simulación permite infinitas posibilidades a cambio de un solo pago de veinticinco centavos. Su nombre de avatar en OASIS es Parzival. Gracias a la simulación, Parzival/Wade va adquiriendo un bagaje cultural asombroso sobre todo el mundillo friki de los ochenta y noventa, incluyendo películas, cómics, videojuegos, series de televisión…Parzival usará su conocimiento cultural para intentar encontrar de una vez por todas el Huevo de Pascua y resolver el mayor misterio del mundo. Por otra parte, los antagonistas son los “sixers”, mercenarios a sueldo de la compañía “iOi” y liderados por el millonario empresario Sorrento, cuya finalidad de comprar los derechos del juego y hacer que este sea de pago. Los sixers son definidos como una organización “fascista” por parte de Parzival y los gunters.
El bombardeo de referencias a los ochenta es contínuo. Si fuera de esa quinta, mi éxtasis hubiera sido mayúsculo. A pesar de ello, cualquier persona con un mínimo de simpatía por el mundillo sentirá una grata sensación al ir descubriendo OASIS a través del libro, y muchas de las referencias aluden a productos conocidos por la mayoría del público.
DETALLES DE LUJO PARA UNA PROPUESTA ÚNICA
Todo lo relacionado al Universo ficticio está cuidado con gran mimo. OASIS se va describiendo a través de los capítulos de una forma agradable y sorprendentemente familiar, como si todos hubiéramos tenido alguna vez una fantasía virtual así. Tenemos detalles de lujo en todas partes: para empezar, los capítulos están numerados como si fueran niveles de un Super Mario Bros. Luego están los comentarios de los integrantes y usuarios de OASIS, todavía más familiares, y que recogen con precisión la esencia de las verdaderas cloacas de Internet.
Las explicaciones con respecto a la organización administrativa, pero también todos los asuntos relacionados con lo legal y lo tecnológico también reciben un trato adecuado; todos los conceptos y explicaciones se entienden con claridad y sin necesidad de ser expertos en nada. La mayoría de las descripciones aluden siempre al elemento visual, por lo que, en un estilo cinematográfico, nos hacemos una gran idea de cómo es el mundillo, e incluso nos sentimos inmersos en ese gran Minecraft que absorbe a la realidad.
La evolución social dentro de OASIS es otro de sus fuertes: la sociología internáutica -el espíritu gamer, forero, etc- se lleva a otro nivel. Hablaremos de clanes, comunidades, foros… pero también lobos solitarios, fantasmas, hackers, tribus…quien haya pasado años navegando por Internet reconocerá muchas de las pautas de comportamiento, y sentirá una agradable familiaridad con la mayoría de elementos y personajes.
DIVERSIÓN Y REFLEXIÓN
Pese a toda la diversión y frikismo que encierra Ready Player One, no nos olvidamos de un trasfondo más que interesante. Aunque cae en segundo plano durante parte del mismo, la existencia de la organización con ansias de imperio y privatización, tiene cierto significado político que podríamos extrapolar.
Los individuos nobles que luchan contra el deshonor, el espíritu de los jugadores de verdad en contraposición al mecanicismo de una compañía sin escrúpulos…odiaremos a los sixers tanto como nos odiamos cuando nuestro dedo meñique del pie se golpea con algún mueble. Estos mercenarios atacarán a jugadores rivales superando incluso, la barrera virtual (…) y usarán todo tipo de artimañas y tretas para llevarse el gato al agua, aunque eso suponga violar las normas del propio juego.
Nuestros antagonistas son la representación de la depredación empresarial y la ambición de controlar los hábitos de consumo de la población, mientras que Parzival representa al fiel seguidor de corazón que admira y respeta el juego como lo que es.
Mientras tanto, fuera de OASIS, la Tierra se ha convertido en un lugar donde la vida es, fuera de la ilusión tecnológica, un caos de basura, contaminación y pobreza. Ningún Gobierno ha sido capaz de revertir los efectos del calentamiento climático…maldición, hemos de crear un mundo virtual porque el analógico está hecho trizas. Y el hecho de que se nos presente como una opción que bien pensada sorprenda menos de lo que parezca, nos da para pensar.
Con todo, Ready Player One es un must. Logra divertir en un idílico ambiente distópico y futurista que emana cultura pop en cada página.
Bonus track: Os dejo por aquí el enlace de Spotify de uno de los grupos musicales a los que más hace referencia Ready Player One. Estoy doblemente agradecido a Cline.
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