¿QUIÉN ES ESE TAL DIOS?
Quién es ese tal Dios
Quién toca el hilo violeta que firmemente fija la luna al cielo
Y lo mueve como una presencia de desfiladeros ardientes
Y el ojo nos guiña desde un inframundo sin límites
Para decirnos que somos pelícanos sin plumas
Dementes que no sirven ni para encenderse en pesadillas
Quién nos dice que todo no sea un sueño
Y que a pesar de todo seamos unos poetas pobres
Que jamás sabrán a lo que han llegado
En esta tierra de locos homicidas
Quién salta de estrella en estrella
Percutando quásares
Ejecutando nidos de mariposa
Hablando un idioma extranjero
Incluso para los canallas
Quién nos mira cual si fuésemos tontos
Y se ríe a expensas
De todos los cascabeles que le suenan
Si nada es estéril
Salvo el cometa que se suicida en una estrella
Si todo es un pulso magnético
Con su voz perdida en pasados siglos
Quién dulcifica este éter ácimo
Que se cuela por los pulmones
Lo mismo que un río
Y nos ahoga a leves impulsos
Y luego nos abandona en el preciso instante
De la muerte
Pensando que somos ciegos
Quién se sabe tan poderoso
Sobre la montaña amarga
Entre el estrépito presuroso
Y anuncia que viene
Pero no viene nunca
Como un alud de nubes
Sobre la cima del Olimpo
Quién Quién ¿alguien sabe contestarme?
No Nadie
Un millón de estrellas no pueden hacer
Tanto vacío
Los oídos son huecos
Y las manos atraviesan mares de corales
Nos movemos a espasmos
A eyaculaciones alucinatorias
A engaños siderales
Y los obispos oblícuos lo saben
Y por eso nos disparan con crucifijos
Con estrellas de David envenenadas
Con cilicios y burkas de media luna
Por sobre la libertad cimentada en un credo
Como si nada fuese una mentira
Mientras los hombres piensen de rodillas
Nadie les contestará a sus preguntas.