DOS HERMANOS EN BUSCA DE UN PADRE PERDIDO
Disney y Pixar presentan una nueva historia llena de magia (magia de verdad, enserio), aventura y diversión. Onward tiene a Tom Holland y Chris Pratt en los papeles protagonistas de dos hermanos de lo más distintos.
Ian (Holland), el hermano pequeño y nuestro prota: es tímido, introvertido e inseguro. Barley (Pratt), el mayor, es todo lo contrario; un tipo que no se piensa las cosas dos veces. Después de enterarse de que quizá puedan traer de vuelta a su padre por un tiempo limitado, deciden unirse para ir en busca de una piedra mágica que podrá hacer que esto sea posible.
Pero no te dejes engañar por la extravagancia que pueda aparentar la premisa. Onward va mucho más allá de hechizos y conjuros, y contiene un conjunto de aventuras que tienen el perfecto coctel de humor, amor, amistad y encuentro de uno mismo. Además de otros temas que trata la película y que verás cuando vayas al cine…
En esta crítica de Onward, veremos un par de cosas para ver el estado de la película y su llegada al público. Así, podréis entender porque la nueva pieza de Disney y Pixar no ha llegado a aterrizar del todo bien en las salas de cine.
Un mundo de fantasía y juegos de rol
Onward emplea el tema de los mundos mitológicos para llevar la historia de Ian y Barley por un camino donde la magia y las criaturas sirven como guías.
Nuestros hermanos son dos elfos, y esto ha llegado a causar algún desajuste en cierta parte del público y la crítica que vio la película antes de su estreno. Lo cierto es, que querer dar ese aire de novedad para no hacer unos personajes de carne y hueso provocan la perdida de empatía que fácilmente podían haberse ganado desde un principio.
Hay que decirlo. Cuesta adaptarse a ese mundo mágico donde las criaturas pueden llegar hasta confundir. Claro que… la fórmula de Disney sigue presente, permitiendo que Onward no abandone sus funciones de conmover o entretener al espectador.
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Los protagonistas con la historia
Ya hemos dicho que quizá la premisa y el mundo de la historia son algo complicados de entender. Aun así, Onward cautiva por aquello que conocemos como el viaje del protagonista. El personaje de Ian es el correcto para mover la película hacia dónde quiere llegar. Sustenta bien las bases para cambiar entre el humor propio del guion y el mensaje concreto de la trama: creer en uno mismo.
Incluyes a Barley y tienes el conjunto perfecto de temas para crear contenido de emociones, donde se habla de la relación entre hermanos, entre otros temas. Las diferentes personalidades de ambos protagonistas van chocando a lo largo de la película y crean una atmósfera cargada de humor que sobresale en momentos muy puntuales.
Entonces, ¿ha sido Onward un acierto por parte del estudio o una señal de que solo deben seguir haciendo secuelas?
Onward conmueve, hace reír, emociona y entretiene. Sus personajes llegan a conectar con el público. ¿Qué pueden tardar un poco más? Sí, pero lo consiguen. La historia se hace algo complicada y toma elementos algo dispersos para la realidad de lo que se quiere contar.
Onward es un producto que podría considerarse memorable entre la filmografía de Disney y Pixar; eso ya depende de cada uno. Encuentra lo que busca, con alguna dificultad de por medio, y no logra convencer demasiado al público.
Onward es entretenida, divertida y tierna. Pero creo que la película se posiciona muy por debajo de los estándares que estamos acostumbrados a ver del estudio de animación. De todas maneras, recomiendo darle esa oportunidad de visionado. No deja de ser una buena película.
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