LOVE DEATH & ROBOTS (PARTE II) : preguntas y corolarios.

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LOVE DEATH ROBOTS

Recordemos que el año pasado, Rick Deckard, blade runner del departamento de policía de Los Angeles, estuvo en la TYRELL CORPORATION, donde ya le informaron que aquella compañía tenía como objetivo crear con el modelo Nexus-6, lo que sería una especie de cumbre de la evolución humana y así lo habían insertado en su moto: “More human than human” (Más humano que los humanos). Deckard tardó más de lo habitual en determinar que Rachel, la atractiva secretaria del doctor Eldon Tyrell, era una replicante: más de cien preguntas en el test Voight-Kampff, cuando lo normal son veinte. Porque hay una pregunta, que en Blade Runner como en LOVE DEATH & ROBOTS se plantea de manera recurrente: ¿qué nos hace humanos?

LOVE DEATH ROBOTS
¿Nos echamos un Voight-Kampff?

LOVE DEATH & ROBOTS: PREGUNTAS Y COROLARIOS (DESTRIPANDO LA SERIE).

**ALERTA: MUY SPOILER Y MUCHO SPOILER**

Hay varios episodios en LOVE DEATH & ROBOTS que plantean (o por lo menos a mí) una serie de preguntas no del todo incómodas, pero tampoco fáciles o agradables. «Three robots» (“Tres robots”) traslada nuestros absurdos e insultantes comportamientos de turistas (¡hacerte selfies en Dachau! ¿En serio?) hacia tres robots que deambulan por unos parajes post-apocalípticos donde, por fortuna, descubrimos que el ser humano ha desaparecido debido a su estulticia. Están ellos… ¡y los gatos! Episodio crítico, mordaz, ¡y con gatos! ¿Qué más quieres? ¿Llegarán ellos, los robots, los replicantes (como los Nexus-6), a sustituirnos? O si prefieres saber hasta dónde serán capaces de evolucionar, échale un vistazo a “Zima Blue” («Piezas únicas«).

love death robots

Suits” (“Trajes”) me lleva a pensar en que si habéis jugado a STARCRAFT (tanto el uno como el dos) sabréis de dónde ha salido la inspiración para los trajes. Cómo hago referencia a ese juego, puedo mencionar también “Matrix” y, en concreto, a las UPA (Unidades Personales Armadas) capitaneadas por el capitán Mifune. O si queréis recordar también aquellas enormes unidades blindadas de “Avatar”. O las invasiones de insectoides contra las que se luchaba en “Starship Troopers”, en el lejano planeta de Klendathu. Pero… cuando el zoom empieza a trabajar, descubrimos que estamos en Saturno o por lo menos un planeta con anillos en los que, por lo que conocemos, los humanos no son la raza originaria y son meros ¿granjeros que están intentando hacer una terra-transformación con el planeta en el que se han asentado? ¿O invasores? Entonces, se plantea otra pregunta. ¿Y si los insectoides no son unos simples atacantes sin sentido y sin razón? ¿Y si dicha especie se está defendiendo ante la otra raza invasora? Toda una bofetada para un pensamiento etnocentrista.

Salto de un episodio a otro, según me acuerdo o los consulto en la página de NETFLIX. Es otra de las cosas buenas que tiene LOVE DEATH & ROBOTS, que no hay un orden especificado y que puedes disfrutar los cortos como tú quieras. Pero también hay episodios “menores”, no tan abrumadoramente espectaculares. Personalmente, “Sucker of Souls” (“Vendrá por tu alma”), se deja ver, y la bestia que es el Empalador está bien (¡y vuelven a aparecer gatos!). Vale, sí, pero no es tan redondo como otros de los relatos que hemos visto. Pero para lo que es, para lo que describe, para el relato corto que es, está bien (la misma presentación que hicieron en “Blade III”, era eso también, presentación y verificar que la entidad es muy poderosa y que se lo lleva todo por delante, pero a partir de ahí, comienza a caer). Al igual que “The Dump” (“El vertedero”), la historia que nos cuenta tampoco consigue que me quede colgado del borde del sofá.

Pero en esta producción, aparte de David Fincher (“Seven”, “Fight Club” o “House of Cards”), hay gente que tiene unas ideas tan peregrinas como para crear la historia que se relata en “When the yogurt took over” (“El yogur que conquistó el mundo”). Historia escrita por John Scalzi y dirigido por Víctor Maldonado y Alfredo Torres. Y sí, has leído bien, el yogur. Lo que me lleva a revisionar otro de los clásicos que hace mucho tiempo que no revisaba y es el mítico “Space Balls” de Mel Brooks, donde él mismo hace el papel de Yogurt, ese sosias del Yoda de la Trilogía de “Star Wars”. Y sí, Yogurt le daba el anillo de la suerte a Lone Starr, o sea que ya lo hemos visto antes y ya nos hemos reído antes. Pues échale un vistazo a este corto.

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Yogurt es bueno, Yogurt es nuestro amigo.

El mismo grupo creativo repite en otro corto que trata un tema tan recurrente en la Ciencia Ficción como las ucronías, esas historias alternativas que surgen de un evento del pasado que ocurrió de distinta manera a como en realidad ocurrió. El “What if…?” de los comics de la Marvel, pero aquí titulado “Alternative Histories” (“Historias Alternativas”). Adolf Hitler fue rechazado en sus pruebas de acceso a la Academia de Bellas Artes de Viena en 1907 por no tener suficiente talento, hecho que le causó gran decepción. Este hecho es real, pero aquí sirve como Punto Jonbar para contarnos varias historias alternativas, seis en concreto, a cual más disparatada y loca.

Pero hay unos cuantos episodios que no hacen sino volver una y otra vez a la pregunta: ¿Qué nos convierte en humanos? “Shape-shifters”,  traducido como “Mutantes”. Existe la mutación, pero hay otras palabras que considero mejores para definir a esos dos marines, porque está claro que son lobisomes, o si quieres llamarlos de otra manera, cambiapieles… Y que se sientan cómodos entre ellos y que sufran el rechazo de otros soldados de su misma división demuestra, una vez más, lo que hablamos ¿qué nos convierte en humanos? Porque cuando uno de los dos muere, su compañero, su hermano (no necesariamente de la misma madre), busca la venganza; el que sobrevive siente una emoción tan humana como cualquiera de los otros soldados más humanos. La única diferencia es que él tiene esas capacidades que lo hacen especial, pero el objetivo es el mismo, la venganza, el derramar la sangre del que ha acabado con la vida de tu amigo, de tu par.

En “Sonnie’s Edge” (“La ventaja de Sonnie”) hay una cosa muy clara. Los que, enardecidos, apuestan para ver como dos animales se despedazan en la arena y jalean la violencia de los ataques, no, no son humanos. Más bien todo lo contrario, y no voy a definirlos como animales, porque lo contrario de un humano, no es un animal, y/o viceversa. Ver a esos homínidos que disfrutan con el dolor ajeno hace que queden instantáneamente despojados de toda condición humana que podría definirlos como tales. Por el contrario, y como se descubre hacia el clímax del capítulo, es Sonnie, la protagonista, la que es la más humana de todos. Puede ser que haya sido violada, que tenga la cara cortada y que tenga ese momento de debilidad al ver que, a pesar de su aspecto, puede ser deseada por otra persona (aunque luego se demuestre que no es más que una farsa y un engaño). En ese pequeño cuento, se demuestra que en ese mundo cruel e infame de las peleas clandestinas, ella y su alter-ego son los más humanos de la historia.

Y por último, un episodio que considero una obra maestra, puede que el mejor de LOVE DEATH & ROBOTS: “Good Hunting” (“Buena cacería”), dirigido por Oliver Thomas sobre una historia de Ken Liu. En un principio una historia china de fantasmas y espíritus de la naturaleza que evoluciona hacia un relato steam-punk. Pero cuando ella, la huli jing, la heredera de la antigua tradición le muestra a su enamorado en lo que se ha convertido, hay algo que todavía conserva, a pesar de estar prácticamente hecha de metal, hay algo que todavía la mueve y no son mecanismos y engranajes, no son baterías, cables y vapor… hay algo que todavía late, aunque no tenga un corazón como tal, algo que la empuja con una pasión ardiente. Una delicada fábula que nos muestra como abandonamos a los antiguos dioses y la antigua magia para convertirnos en seres impíos que adoramos a la tecnología que los ha sustituido. Un compendio excelente de lo que es la serie: Amor, muerte y robots.

Os sonarán mil cosas. “Fish Night” (“Noche de pesca”) no es otra cosa que una historia de maestro y aprendiz, de lo viejo y lo nuevo, de Dédalo y de Ícaro, con un uso excelente de una paleta de colores pastel y luminiscentes, como si fuese una animación del muy grande Moebius. “Blindspot” (“Punto ciego”) no es otra cosa que el revisionado del asalto al tren del dinero, un clásico de los Western (del mismo modo que las electrificantes escenas de las carreras de vainas en “Star Wars – Episodio I – La amenaza fantasma” no son otra cosa que el revisionado de las carreras de cuadrigas de Ben-Hur).

Si es que ya está todo inventado, pero… ¿nunca tuvisteis un cuento o un tebeo, una película o una serie que, a pesar de haberlo leído o visto ya un millón de veces, volvíais una y otra vez?

Si no es así, quizá LOVE DEATH & ROBOTS se convierta en esa serie.

Puedes leer más sobre series en nuestra sección correspondiente.

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