DETRÁS DE LAS CÁMARAS DE ¿LO REAL?
Scarlett Johansson y Adam Driver comparten protagonismo en lo nuevo del premiado guionista y director Noah Baumbach, Historia de un matrimonio. Una película dramática que presenta de primera mano lo que hay detrás de un proceso de separación entre un matrimonio. En este caso, un matrimonio que comparte profesión dentro del ámbito cinematográfico y teatral.
Este director nos muestra un mundo donde por fuera todo parece fácil y bonito, sin embargo, también nos involucra en la otra cara que normalmente no es visible para el público. Aquí os dejamos con nuestra crítica de Historia de un matrimonio.
La película se centra en la vida de una pareja y su inminente divorcio, que les afectará a ambos en la parte personal y profesional a niveles muy profundos. Además, su hijo está en juego.
Un drama detallista y emocional
Historia de un matrimonio acoge el concepto de narración ya desde el inicio, para comenzar a contar la historia presentando a los personajes desde un punto de vista opuesto al personal de los propios, permitiendo así que sean ellos mismos los que vayan descubriendo esa parte de sí mismos en el otro. Esto pondrá a fuego el debate a lo largo de toda la cinta, donde se irá viendo quien gana o pierde la razón.
El tono establecido desde el inicio perdura hasta el final, sin caminar demasiado por otros subgéneros que desajustarían la esencia de esta historia. Historia de un matrimonio tiene suficientes momentos que rompen el corazón. Una simple mirada, un cierre de una puerta, un gesto de cabeza. Son detalles que se van construyendo sobre el molde que prepara el desenlace, donde todo eso explota y se consolida en una secuencia de imágenes con una carga emocional bastante intensa.
La película, si bien se ajusta al drama (veamos, es un drama) también acoge esos símbolos de romance y comedia. Con su dosis justa, pero necesaria para cargar aún más al público. Está claro, entonces. El guion de Historia de un matrimonio es una buena pieza narrativa con unos diálogos inteligentes, dolorosos y, por tanto, bien estructurado para contar una historia con mucho fondo.
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Subamos aún más el nivel con el reparto
Y es que no es el guion lo único que hace de Historia de un matrimonio una gran película. Podríamos empezar hablando de la dirección de Noah Baumbach. Planos con mucho significado, inmersos en este mundo para llegar a lo profundo más allá de lo puramente emocional: para sumergirnos por completo en el dolor de los protagonistas. Aquí entra el reparto.
Poco puedo decir sobre las interpretaciones de Johansson y Driver que ya no se haya dicho o no se sepa. El dolor se siente. La química está ahí. La emoción está ahí. Las nominaciones están ahí. Poco se habla también del impresionante papel que toma Laura Dern. Pero ahí está para el disfrute de todos. Sin duda, un perfecto grupo de actores para tal obra audiovisual.
Un drama memorable sólo por la música
Otro elemento esencial que hace a Historia de un matrimonio subir niveles de calidad, es la magnífica banda sonora de la mano de Randy Newman (Toy Story). Piezas nostálgicas, melancólicas y llenas de recuerdos que se van sembrando para que cuando termines la película te sea imposible olvidarte de ella. Cada personaje tiene su momento instrumental. Su propio motivo intimo con un espacio sonoro que se amolda al visual de la manera más perfecta posible.
Historia de un matrimonio se convierte en lo mejor de este último año y tampoco hay duda que también entra dentro del top de la década. Pero lo merece. Lo merece porque se lo gana. Porque es una película con corazón, con personajes que sufren y hacen sufrir al público. Un drama que deja pensando sobre multitud de cuestiones. Un drama cotidiano y cercano. Historia de un matrimonio se gana al público, y el público, eso lo abraza.
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