Generación Z, hemos venido a salvaros – EUPHORIA (13RW, Élite, Sex Education…)

EL GÉNERO MÁS EXPLOTADO

13 Reasons Why, Sex Education, Élite; todas ellas recibieron la ovación del público y no únicamente formado por jóvenes. Cada una trata temáticas diferentes, con poca vergüenza para mostrar escenas muy explicitas que pueden resultar realmente incomodas para algunos espectadores. Pero después llega Euphoria, basada en el show Israelí de 2012 con el mismo nombre. La serie de 2019 supera expectativas y no solo en cuestión de calidad. Otra serie de jóvenes en un instituto, sí. Pero esta es algo diferente.

El giro del drama adolescente

Con unos protagonistas bastante bien definidos, Euphoria es extremadamente detallista, si sabéis lo que quiero decir. No se corta para nada: escenas de sexo, violencia, agresión, consumo, partes íntimas al aire, diálogos cargados de “contenido”… Esto presente en cada uno de sus ocho episodios. La serie no tiene problema alguno en mostrarse tal cual es. Pero no pensemos que Euphoria gana solamente por ello; sumamos unas increíbles interpretaciones y un guión que consigue mantener al público conectado constantemente.

!!! Antes de continuar leyendo, aviso sobre la presencia de SPOILERS de las siguiente series: Euphoria, 13 Reasons Why y Élite. 

Al inicio de cada capítulo se narra la vida de un personaje y sus traumas de la infancia para así explicar cómo van formándose sus personalidades en el momento de la historia.

Tenemos a Rue (Zendaya) que nos ha mostrado el lado oscuro de las drogas (¿hay uno bonito?) mezclado con trastornos mentales, Jules (Hunter Schafer), una chica trans que busca mantener relaciones sexuales constantes para reafirmarse como mujer, Kat (Barbie Ferreira) y su lucha por aceptarse tal y como es mientras explora su sexualidad. Seguimos con Maddy (Alexa Demie) que ve a Nate como su salida a los problemas con sus padres, Cassie (Sydney Sweeney) y la necesidad de someterse a los deseos de los hombres para superar el trauma de su padre, además de su incapacidad para valorarse a sí misma. McKay (Algee Smith), que exterioriza sus propios traumas e inseguridades con Cassie. Por último, Nate (Jacon Elordi), el gran antagonista. Un psicópata que es capaz de hacer lo que sea por mantener su imagen de privilegiado frente a la comunidad.

Todos ellos conforman historias muy potentes que se van cruzando a lo largo de la temporada. No hace falta una muerte que mueva los acontecimientos, tal y como suele ocurrir con la mayoría de las series del mismo estilo: Riverdale, Élite o 13 Reasons Why. Euphoria es ficción, verdad. ¿Verdad? Pues muchos no están tan seguros después de verla. Y es que trata con tanta cercanía los problemas sociales entre adolescentes actuales que resulta complicado no verla como un espejo hacia nosotros mismos.

Lo que hace brillar a Euphoria

Es DIFERENTE. Eso la hace destacar tanto. Intenta no apoyarse demasiado en clichés y lo consigue, en cierto modo. Seguimos teniendo el equipo de fútbol, las fiestas locas y el baile final. Pero no podemos quejarnos porque todo eso es secundario. El espectador tiene tanto interés por los personajes y sus decisiones que al final la atención se centra únicamente en eso.

La dirección, el montaje y el sonido juegan un papel muy importante en esta serie. Sirven como reflejo de la psicología escenificada por los personajes. Contamos con planos fríos, movimientos de cámara rápidos y ángulos que expresan inestabilidad y confusión.

Sam Levinson quiere mostrar el lado tenebroso de la sociedad y por ello Euphoria cuenta con escenas que generan verdadera incomodidad. Desde desnudos en todos los planos posibles, agresiones que dejan huella, violencia, consumo en primera persona y las turbias personas detrás del negocio de drogas. Tiene momentos que quedan grabados en la mente y que resultan difíciles de digerir. Ya lo fue avisando su elenco por las redes: Es una serie dura. Sí, creo que es incluso más dura que la polémica 13 Reasons Why.

Euphoria contra el resto de dramas juveniles

Su primera temporada (continúo hablando de 13RW) fue una revelación, pues se convertía en la primera serie del género (al menos que yo conozca) que se atrevía a mostrar material tan gráfico. Momentos tan delicados como violaciones, agresiones y una escena de suicidio que causó tanta polémica que tuvo que ser retirada. Normalmente, las series sobre adolescentes eran algo más superficiales rozando todo el tema de la depresión y/o ansiedad, pero sin profundizar demasiado. A partir de 13 Reasons Why, se disparó el material: la adolescencia en la Generación Z. Entonces llegaron Élite, Sex Education y Euphoria.

Esta primera es una versión light de 13 Reasons Why, aunque cambiando un poco el ambiente y en lugar de coger el típico instituto, nos trasladamos a un colegio pijo, donde ha habido un asesinato. La forma de narrar la historia nos recuerda mucho a lo mismo que ocurrió con Hannah Baker. Se introducen otras enseñanzas de fondo con mezcla de sexo, amores y amistades que se traicionan. Un verdadero dramón. Pero… funciona. 

Sex Education más que centrarse en todo el tema de la depresión, suicidios y malos tratos entre jóvenes, pone su foco (tal y como dice su propio título) en el tema de la educación sexual. Lo bueno es que lo mezcla con comedia y otros temas, por lo que no es una serie complicada de ver.

Estos últimos meses han visto la luz Euphoria, la tercera temporada de 13 Reasons Why y la segunda de Élite. Creo que es evidente cuál de ellas se corona como la serie del verano. ¿No es obvio? Bueno, veamos. De primeras sabemos que 13 Reasons Why NO.

No es muy difícil darse cuenta de que la serie ya no tiene hacia dónde dirigirse y es algo que ya vimos desde la segunda parte. Estirar y estirar no siempre es bueno. Esta última temporada ha resultado en una decepción. Sigue tocando temas de vital importancia. Vale, de acuerdo. Pero, ¿por qué mezclar todo eso con un asesinato tan poco interesante?

La narración es muy confusa, sobre todo si está hecha por un personaje al que nunca habíamos visto antes y no sabemos ni quien es ni porque de repente lo sabe todo sobre lo que ocurrió en el Liberty. Una pena de temporada, podría haber dado mucho más.

Élite llega con más fuerza que nunca, con unos personajes muy cambiados y preparados para seguir ocultando secretos, porque cada uno tiene algo que ocultar. Drogas, alcohol, sexo, misterio… La segunda temporada de Élite es mucho más oscura que la primera.

El asesinato de Marina sigue sin resolverse del todo y toca ver como los personajes van buscando pistas para encontrar al verdadero asesino. Algo complicado porque todo el mundo sabe algo, pero hay mucho de por medio y cualquiera puede acabar salpicado. Se va un poco de las manos el tema de rollos entre personajes;  demasiado contenido que provoca que el espectador tuerza la cara de vez en cuando. Las nuevas incorporaciones se desenvuelven con rapidez para ayudar con el avance de la trama.

Élite 2 no presenta tampoco mucha novedad con el tema de narración. Hace lo mismo que en la primera temporada: mezclar el presente con el pasado y con interrogatorios para ir marcando los cliffhangers. Aun así, es entretenida, que es lo que importa aquí.  

Ahora bien. Euphoria. Tenemos a Zendaya en un papel muy lejano con respecto a sus días de chica Disney. Bien claro nos ha dejado que ya se acabó esa etapa.

¿Por qué Euphoria supera al resto de dramas adolescentes?

Volvemos a todo lo mencionado anteriormente, pero ya cerrando. Tiene un guión complejo, con mucho subtexto. Peeero, no es complicado de seguir, algo importante, teniendo en cuenta que seguimos moviéndonos dentro del género adolescente. Los personajes, además de no caer en estereotipos demasiado evidentes, van generando esa sensación en el espectador. Puede ser empatía, interés, odio… Creo que cada uno de ellos pasa por estas tres fases.

Levinson les lleva por caminos – quizá no muy diferentes – que sirven para ir mostrando sus inseguridades a lo largo de la temporada. La construcción de planos otorga esa calidad tan característica, con escenas igual de intensas.

El final de temporada es un espectáculo, representando el proceso de droga-dicción a través de un número musical y con una Rue muy débil, despertando múltiples teorías sobre el estado de la protagonista.

Euphoria, una serie potente y, por tanto, difícil de ver para una audiencia determinada, no solo ha logrado superar al resto de dramas del estilo; se corona como una de las mejores producciones de televisión de este último año. A la espera de las nominaciones.

A continuación, puedes leer nuestra Crítica de Sex Education SIN SPOILERS.