EL HIJO – UN SMALLVILLE DE MAL ROLLO

En el intervalo de tiempo entre el despido y readmisión de James Gunn por parte de Disney, el cineasta de Misuri tuvo mayor tiempo para volver a los orígenes y desarrollar una idea que le rondaba por la cabeza desde hacía tiempo. Siempre relacionado con las historias alternativas de superhéroes desde aquella prometedora ópera prima relacionada con enfermedades mentales y titulada Super, que ya mencionamos anteriormente en Creative Katarsis, James Gunn produce, aunque no dirige, esta siniestra y oscura versión del héroe de Krypton, Superman. ¿Qué pasaría si un ser venido de otro planeta no tuviera una naturaleza bondadosa? El resultado de su premisa es El hijo (Brightburn, como título original), una cinta de terror comercial con un trasfondo interesante y los tics y defectos de su género.

El hijo, dirigida por David Yarovesky en prácticamente su primera película relevante como director, plantea que un niño adoptado por unos padres que lo encontraron en el bosque después de haber llegado del espacio, en la ciudad de Brightburn – el equivalente de Smallville -, tiene unos poderes con los que se ve avocado a hacer el mal. El ambiente y la atmósfera generadas por la parcela de producción, a cargo de James Gunn, y desarrolladas por el guion, escrito por Mark y Brian Gunn, recrean un lugar típicamente americano del medio oeste del Dallas actual en el que la tensión y las situaciones siniestras van asfixiando y arrastrando a los personajes.

No obstante, el film tarda en arrancar, puesto que el espectador no termina de sentirse atemorizado e intrigado hasta que ha pasado un rato, siendo algo que además sucede dado el ritmo irregular y con altibajos demasiado pronunciados entre los momentos de transición de la historia y los de acción, los cuales no acaban hasta una parte final de la narración que, contrariamente a lo que pudiera parecer viendo el desarrollo, hace justicia a la premisa inicial del héroe convertido en villano y acaba en pleno clímax, de manera plenamente épica y transformadora. 

Lo expuesto se debe también a que la dirección realizada peca de simpleza en los planos, más cercanos y cerrados cuando se acerca el momento del desenlace de la tensión y de los sustos, escasos y previsibles, y para centrar la atención en la sangre y el horror, que si bien no es algo excesivo sí que deja momentos efectistas e impactantes para la retina del espectador, debido a la sangre y brusquedad con que se muestran.

En este sentido, los efectos especiales, de presupuesto ajustado y sin los dispendios a los que acostumbra Gunn como responsable directo de Guardianes de la Galaxia, contribuyen, sin entorpecer ni distraer de la narración, a favorecer el mal rollo y la oscuridad del lugar en que todo acontece, Brightburn, un reverso tenebroso del Smallville de Clark Kent en que todo parece saltar por los aires en cualquier momento sin su soberana protección.

Recreando el asunto de la previsibilidad, lo cierto es que si el guion de El hijo no estuviera desarrollado sobre el enfoque terrorífico de un superhéroe, no dejaría de ser otra película más de ambientación siniestra, algún que otro susto previsible y entretenida a ratos.

Por fortuna, esa es la parte y el aspecto que fascina del film: El hijo ayuda a ensanchar y enriquecer el mito de la diatriba entre héroe y villano y de Superman, de manera más concreta, con el atractivo que genera en cualquier persona el lado oscuro de la vida y de los supuestos buenos de siempre. Por ello, el guion añade un más que interesante valor añadido a una historia que sería convencional de cualquier otra forma y que podría decepcionar a quien busque mucha acción.

El reparto cumple y convence correctamente sin más pretensiones que las de interpretar personajes planos con un arco evolutivo poco pronunciado, especialmente si miramos a los tres roles más llamativos, el del niño con superpoderes y los padres adoptivos. Jackson A. Dunne es el escalofriante y repulsivo Brandon Breyers, un niño adoptado y desconocedor de su pasado hasta que empieza a sentirse víctima de todo lo que le rodea y maltrata.

En contrapunto y tratando de apoyar a su hijo, Elizabeth Banks (saga de Dando la nota) y David Denman resultan ser una pareja de padres con buena química entre ellos y con una más que visible preocupación y consternación por la salud física y mental y el devenir de su primogénito.  

Por todo ello, y pese a lo convencional y comercial del resultado, recomendamos El hijo a todos aquellos fans del género de superhéroes que quieran ver una versión diferente del mito de Superman, enfocada a la maldad y al terror, con la cual pasarán un rato entretenido sin más pretensiones que esa. Dicho lo cual, hay que añadir que esta idea podría dar más de sí en el futuro y que recomendamos esperar un poco cuando comiencen los créditos. 

Reseña
Dirección
6
Guion
7
Reparto
6
Efectos especiales
6
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Me gusta el cine, leer, las series, quedar con los amigos y descubrir nuevas aficiones.
el-hijo-2019-el-lado-oscuro-de-un-siniestro-supermanEl hijo, dirigida por David Yarovesky y producida por James Gunn, desarrolla una idea de este último: un niño encontrado por sus padres, venido del espacio, que descubre sus poderes y los usa para la maldad, en un reverso tenebroso de Superman. Pese a lo irregular del ritmo y de la tensión y a que no es la esperable película llena de acción, el guion engrandece y amplía el mito de Superman y de la diatriba entre héroe y villano, una premisa inicial sin la cual esta no sería más que otra película comercial de terror con un inicio lento, tics y defectos propios del género y con una ambientación oscura y siniestra de efectos especiales apropiados.

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